Un olivo y una placa en la Encarnación para las víctimas del terrorismo

Monumentos

La plaza de la Encarnación, en pleno centro neurálgico de Sevilla, cuenta desde ayer con un ‘Rincón de la Memoria y la Libertad’ dedicado a todas las víctimas del terrorismo. En la jornada de ayer se cumplían diez años de los salvajes atentados perpetrados el 11 de marzo de 2004, la ciudad de Sevilla rindió homenaje a todas las víctimas del terrorismo con la plantación de un olivo que corona el citado espacio y la instalación de una placa, en un emotivo acto del que han tomado parte el alcalde hispalense, Juan Ignacio Zoido, y familiares de víctimas del terrorismo como la madre del difunto concejal Alberto Jiménez Becerril.

Además del joven olivo plantado, que está situado en el alcorque circular de la plaza de la Encarnación emplazado justo frente a la antigua sede de la Delegación municipal de Hacienda, a sus pies hay una placa con la leyenda “no hay camino para la paz. La paz es el camino”. Antes de que una multitud de globos blancos fuesen liberados al aire como gesto de demanda de paz, un grupo de Niños del colegio San Francisco de Paula leyó un manifiesto en contra de la violencia, el terrorismo y la guerra, verdaderos azotes de la Humanidad. En un claro mensaje en favor de la cultura de la convivencia, la nueva generación pone de manifiesto que es posible cambiar el mundo si cambiamos nosotros mismos y convencemos a los demás para cambiar.

En el acto intervino también el alcalde, Juan Ignacio Zoido, quien como presidente de la Fundación Jiménez Becerril tuvo una mención especial para las 191 víctimas mortales de los atentados del 11 de marzo de 2004 y los más de 1.800 heridos de aquella tragedia. Zoido ha honrado también la memoria del exconcejal capitalino Alberto Jiménez Becerril, su esposa Ascensión García y el doctor Antonio Muñoz Cariñanos, todos ellos asesinados por la banda armada ETA en la capital andaluza.

(Fuente Seviocio)

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