La visión general de la Historia está plagada de grandes personajes a los cuales se otorgan exclusivamente los méritos de las grandes hazañas o descubrimientos, olvidándonos en el tintero muchas veces; que sin el trabajo de personas anónimas dichas proezas no serían más que una utopía irrealizable. Es el caso del marino Rodrigo de Triana.
En realidad, su verdadero nombre era Rodrigo Pérez de Acevedo, nació en Sevilla en el año de 1469. Otras versiones apuntan a que fue un tal Juan Rodríguez Bermejo, hijo de Vicente Bermejo, musulmán convertido al cristianismo y que se dedicaba al comercio de la alfarería y otra versión nos cuentan que no fue Rodrigo sino Pedro de Lope, conocido como Pedro de Lepe que viaja en otra de las Carabelas de Colón la Nao Santa María quién fue el primero en avistar Tierra. En cualquier caso Rodrigo de Triana si bien, no consiguió la recompensa en metálico si se llevo la Gloria; debido a que es a él, y no a otro a quién se recuerda.
Donde sí existen dudas es acerca de su lugar de nacimiento, que dependiendo de las versiones podría ser Los Molinos en Sevilla y residente en el barrio de Triana, también se baraja que naciera en Coria del Río o también en la localidad onubense de Lepe como apuntan otras versiones. Aunque el único documento histórico que se tiene constancia y que era conocido como Rodrigo de Triana es en el Diario de a Bordo de Cristóbal Colón que se encuentra en el Archivo de Indias en la ciudad de Sevilla.
Los historiadores más prestigiosos coinciden que sí; que fue Rodrigo de Triana el primer marino español que avistó el nuevo continente desde su puesto de vigía en la Nao La Pinta. El relato en cuestión sobre los hechos ocurridos durante la madrugada del 12 de octubre de 1492, a las 2:00 lo contaba de esta manera el Almirante Cristóbal Colón:
"…Y porque la carabela Pinta era más velera e iba delante del Almirante, halló tierra y hizo las señas que el Almirante había mandado. Esta tierra vido, primero un marinero que se decía Rodrigo de Triana"
Rodrigo divisó una pequeña isla del archipiélago de las Bahamas y Colón la rebautizó como San Salvador.
Bien se sabe; por el relato del Diario de a Bordo del Almirante Cristóbal Colón que el vigía de la Nao La Pinta, un tal Rodrigo de Triana, pasando dos horas de la medianoche del día 12 de octubre de 1492, gritó ¡Tierra! prueba evidente de que habían llegado finalmente, a su objetivo. De esta forma, el vigía se convertía en el primero en divisar el Nuevo Mundo.
Cuentan las malas lenguas que los Reyes Católicos ofrecerían una recompensa de 10.000 maravedíes para el primero que avistase el Nuevo Mundo, otras versiones cuentan que sería el propio Cristóbal Colón el que ofreció el dinero de su propio presupuesto y que después no dio.
Rodrigo participó en otra expedición a las Islas Molucas en 1525 junto al navegante García Jofre de Loaisa aquí encontró probablemente la felicidad nuestro joven marino falleciendo a la edad de los 66 años del 1535.
Fernando Casado