Inaugurado en 1853 llegó a convertirse en uno de los más grandes de España
Este cementerio sevillano encierra entre sus muros la historia misma de la ciudad. Entre mausoleos, figuras ilustres y leyendas se esconde la esencia de Sevilla y hoy te contare el por qué.
Arquitectura que queda en la memoria
Nada mas entrar en este lugar sagrado, hay personas que dicen sentirse en paz. Y no solo por el silencio. El cementerio fue construído con la entrada principal hacia el este. Lo que nos relaciona con el ciclo de la vida. Como de un final, en este caso, la muerte, siempre existe un nuevo comienzo.
Además , podemos encontrarnos no solo con mausoleos o sepulturas imponentes que refieran a algún sevillano ilustre, sino que muchas de estas supulturas fueron realizadas con la forma de la propia casa del fallecido.
Entre las sepulturas más impresionantes podríamos destacar las capillas de los López-Solé y la de los Peyré, realizadas por el insigne arquitecto Aníbal González; así como su propio panteón, donde encontramos una copia de la talla de el Cachorro.
Igualmente podemos encontar referencias en cenotafios a símbolos masones como el de Miguel Tenorio o el del marquesado Pickman.
Pero quizá una de las zonas más interesantes sea la necrópolis de disidentes, enterrados en fosas comunes encontramos a protestantes, niños sin bautizar y suicidas, cualquiera, en resumen, que muriera sin recibir exequias católicas, y además también cuenta con una zona específica para judíos.
El cementerio de San Fernando, descanso de personajes célebres
Bien se podría hacer un repaso de la historia sevillana entre el cementerio de San Fernando. Entre los personajes ilustres que allí reposan podremos encontrar a :
Gustavo Adolfo Béquer. Poeta y escritor sevillano, probablemente murió de tuberculosis en 1870, sus restos hoy descansan en el Panteón de Sevillanos Ilustres, aunque en el cementerio se encuentre una tumba a modo de homenaje.
Comparte este lugar con Rafael Alberti y Antonio Machado entre otros grandes de la literatura.
Antonio Susillo. Escultor sevillano del s. XIX, se suicidó en 1896. Al ser el suicidio la causa de su muerte, no se pudo enterrar en suelo sagrado, pero reposa a los pies de su obra más conocida el Cristo de las Mieles
Joselito el Gallo. Este torero murió en la plaza de toros de Talavera de la Reina en 1920
Juan Belmonte, torero sevillano que unió con su figura las dos orillas del guadalquivir. Se suicidó de un disparo en 1962.
Francisco Rivera "Paquirri" conocido como un torero de gran fama en vida y casado con Isabel Pantoja, encontró la muerte en una corrida de toros en Pozoblanco, en 1984. Hoy es una de las sepulturas más visitadas.
Entre tumbas y quejidos, entre la realidad y el otro mundo: Las leyendas de San Fernando
Este cementerio ha presenciado demasiados eventos tragicos en su corta historia, como ejemplo tenemos la época de la guerra Civil, en la que se usó como sepultura de víctimas de la misma, muchas de ellas enterradas en tumbas sin nombre o como fosas comunes, por ello no es de extrañar que tengamos varias leyendas que contar:
Empezamos con el ya mencionado cristo de las Mieles, de Antonio Susillo, ya que no tiene una leyenda, sino dos: La primera de ellas incluso trajo de cabeza al Vaticano, pues se decía que de sus labios manaba agua, pero era aun más extraño, ya que se trataba en realidad de miel, ya que las abejas habían fabricado un panal en ese espacio del crucificado de bronce; la segunda, sin embargo es más trágica, ya que se piensa que fue esta misma estatua que hoy acoge sus restos, la que llevó a la muerte a Susillo.
Encontrandose en una mala situación económica, pensó el escultor que se recuperaría gracias a esta maravillosa talla, pero al cometer el error fatal de cruzar la pierna de la estatua al lado contrario, acabó suicidándose por tremendo fallo.
Como leyenda más conocida encontramos a un fantasma guardian de una tumba descobocida que ahuyenta a todos los que quieren rondarla, al igual que el fantasma de una niña que deambula buscando a su madre o el reencuentro eterno de dos amantes que no fueron libres para amarse en vida.
Además se rumorea que se puede ver deambular a un fraile que continúa su labor de ayudar a almas en pena a encontrar la paz, puede que muchas de ellas, segun se cuenta, pertenezcan a muertos olvidados, o incluso a fallecidos que intentan hacernos llegar un mensaje cambiando la inscripción de su tumba, Otros sin embargo, han tenido una experiencia más reconfortante, pues se dice que aún en las noches de luna llena, con el viento de frente, se puede escuchar el cante de la Niña de los Peines, ya que su espíritu se niega a abandonar Sevilla, ni la música y el cante flamenco.
Con motivo del Día de Difuntos se teatraliza una parte del Don Juan, que acaba uniendo vida y muerte entre Santa Cruz y San Fernando.
Si quieres conocer su historia, ¡ Te esperamos en nuestro tour Misterios y leyendas de Santa Cruz!
