Con temperaturas que rozan o superan los 40 °C en julio y agosto, Sevilla vive cada verano como si estuviera dentro de un horno. Para muchos, el único alivio viene en forma de agua: chapuzones, baños al sol, juegos acuáticos… Pero no todos tienen piscina en casa, ni la posibilidad de irse a la costa. Por suerte, el Ayuntamiento de Sevilla mantiene abiertas varias piscinas públicas municipales que funcionan como verdaderos oasis urbanos: accesibles, económicas y bien repartidas por los distritos.
Este verano 2025, las piscinas municipales están abiertas desde el 21 de junio hasta el 7 de septiembre, con horarios de baño recreativo, precios populares y actividades para todas las edades.
Actualmente, cuatro piscinas municipales al aire libre están en funcionamiento durante los meses de verano. Aquí están sus datos principales:
Ubicación: Distrito Sur, en la calle Lora del Río.
Horario: de lunes a viernes, de 12:00 a 19:00. Cerrada fines de semana.
Aforo máximo: 363 personas.
Ubicación: Distrito Cerro-Amate, en la calle Doña Francisquita.
Horario: martes a domingo, de 12:00 a 20:00. Lunes cerrado.
Aforo máximo: 192 personas.
Ubicación: Distrito Este-Alcosa-Torreblanca, en la avenida Séneca.
Horario: martes a domingo, de 12:00 a 20:00. Lunes cerrado.
Aforo máximo: 309 personas.
Ubicación: Distrito Torreblanca, en la calle Príncipe de Asturias.
Horario: martes a domingo, de 12:00 a 20:00. Lunes cerrado.
Aforo máximo: 206 personas.
En todas ellas, la venta de entradas se cierra a las 17:00, aunque la piscina permanece abierta hasta las 19:00 o 20:00 según el caso.
El Ayuntamiento ha mantenido para este 2025 una política de precios muy accesible:
Entrada general: 5 euros.
Niños de 6 a 14 años: 3 euros.
Personas con movilidad reducida: 3 euros.
Menores de 5 años: entrada gratuita.
Además, existen abonos mensuales y de temporada para quienes deseen ir con frecuencia:
Abono individual (17–25 años): 64 euros por julio y agosto.
Abono individual (26–64 años): 80 euros.
Mayores de 65 años o personas con discapacidad: 40 euros.
Abono familiar: 180 euros para toda la temporada (pago en dos partes: julio 60 % y agosto 40 %).
Las piscinas municipales sevillanas no son solo vasos de agua con cloro. Están equipadas con:
Zonas verdes para descansar o hacer picnic.
Duchas y vestuarios cómodos y renovados.
Vigilancia y socorristas en todo momento.
Cursos y actividades acuáticas, como aquagym o natación terapéutica (consultables en cada instalación).
Algunas también cuentan con quioscos o máquinas expendedoras, aunque muchos usuarios optan por llevar su propia neverita con bocadillos y botellas de agua reutilizables.
Cada piscina está bien conectada con el transporte público:
Tiro de Línea: líneas de autobús 30, 31 y 32.
Rochelambert: líneas 25, 26 y circular A4.
Alcosa: línea 28.
Torreblanca: línea 29 y circular C4.
Esto facilita el acceso incluso para quienes no viven cerca. También hay aparcamientos públicos en las inmediaciones, aunque pueden llenarse rápidamente en días de mucho calor.
Si planeas visitar una piscina pública este verano, toma nota de estos consejos para disfrutar sin contratiempos:
Llega temprano: los días más calurosos, el aforo se llena antes de las 14:00.
Lleva protector solar: incluso en sombra, el reflejo del agua puede provocar quemaduras.
Hidratación constante: lleva agua y bebidas frías. Evita refrescos azucarados en exceso.
Consulta normas del centro: algunas instalaciones prohíben hinchables grandes o ciertos juegos acuáticos.
Evita colas: algunas piscinas permiten reservar entradas en línea o adquirir bonos que aceleran el acceso.
Las piscinas municipales también cumplen una función social clave en Sevilla. Son espacios donde personas mayores, familias sin recursos y jóvenes sin alternativas de ocio encuentran una forma de combatir el calor de manera digna y segura.
Además, el Ayuntamiento colabora con asociaciones vecinales para garantizar el acceso a colectivos vulnerables mediante el programa de “baño social recreativo”, que ofrece plazas gratuitas o a precio simbólico.
Este verano, se estima que más de 70.000 personas pasarán por alguna de estas instalaciones.
Las piscinas públicas de Sevilla son mucho más que lugares para nadar. Representan un compromiso con el bienestar ciudadano, la igualdad de acceso al ocio y el derecho a refrescarse en una ciudad donde el calor no perdona.
Por solo 5 euros, cualquier sevillano o visitante puede darse un respiro del asfalto, compartir un día en familia o hacer ejercicio en el agua. Todo en entornos cuidados, seguros y pensados para la convivencia.
Este verano, si el calor aprieta (y lo hará), recuerda que no hace falta irse a la playa ni tener una casa con piscina. Sevilla tiene las suyas, públicas, abiertas y esperando a que te lances de cabeza… o con un buen chapuzón.