La unión de lo sagrado y lo profano. Ese ha sido el concepto que quiso transmitir Jonathan Sánchez Aguilera con la obra que ilustra el cartel de las Fiestas de Primavera 2018. En concreto, Sánchez Aguilera ha trazado una composición en tres franjas en las que representa las tradiciones de la ciudad agrupadas con el nombre de Sevilla.
Bajo el título Decir Sevilla en primavera, la obra se divide en tres zonas: una superior que representa lo sagrado –Semana Santa– y otra inferior que muestra lo profano –Feria de Abril–, ambas unidas por una zona intermedia que representa al toreo y donde la Giralda cobra un protagonismo especial como símbolo de «la cercanía del pueblo sevillano con el cielo». Según Sánchez Aguilera, es el elemento encargado de unir a lo sagrado con lo profano.
El rostro del Gran Poder ocupa un lugar destacado en el cartel como representación de ese elemento sagrado capaz de llegar a todos los sevillanos. «Todos tenemos devoción a esta imagen», señaló el joven pintor, que sitúa a un niño que recibe cera en su bola como símbolo de «esperanza y futuro».
Por su parte, el detalle del vuelo de los volantes de un traje de flamenca centra la visión en la parte inferior. Flamenca que, como curiosidad, pisa un suelo lleno de goterones de cera. Una «metáfora» de la cercanía de las dos fiestas más importantes de Sevilla, como explicó el autor. En el lado derecho, un cielo de farolillos se eleva hasta fundirse en esa Giralda que actúa de puente entre las dos caras de una ciudad que por primavera se reviste entre lo humano y lo divino.
Punto de inflexión
La pintura, realizada en óleo sobre tabla, es una declaración de intenciones de este joven pintor que confiesa haber dado «un paso más» en su estilo, si bien se mantiene fiel a su propia esencia. Aunque Sánchez Aguilera se ha caracterizado por una pintura mucho más detallista y realista, asegura estar ahora «en otra etapa». Su estancia en América, donde recibió la noticia de que sería el cartelista de las Fiestas de Primavera, ha impregnado en Sánchez Aguilera una pintura mucho más conceptual. En este sentido, el joven coriano, que se confiesa «pintor de pocos elementos», ha apostado por representar un concepto que aunara los diversos elementos que componen las fiestas primaverales.