Si algo le ha dado fama a Sevilla ha sido el comercio mundial. Todo, en gran parte, al río Guadalquivir, único río navegable de toda España y utilizado durante toda la Historia como puerto interior. Y uno de estos comercios que fue clave en la Historia de la ciudad sevillana es el intercambio del tabaco.
En el siglo XVIII Sevilla estaba sumida en una gran crisis económica y social precedida por los efectos de la gran epidemia de peste negra que sufrió en el siglo XVII que mató a la mitad de la población. Eso provocó grandes estragos en la sociedad sevillana y ayudó al decaimiento del monopolio del comercio con América. Además, lo que ya remató a Sevilla fue la Guerra de Sucesión. Esta guerra entre dos familias reales, entre los Austrias y los Borbones, hizo que, con la victoria borbónica, se abriesen los puertos principales de España para el comercio americano y la Casa de la Contratación, centro neurálgico de las relaciones hispanoamericanas, fuera trasladada a Cádiz en 1714. Todos estos eventos provocaron una gran crisis económica y una numerosa pérdida de población.
En medio de todo este período convulso, en Sevilla se estaba buscando un nuevo lugar para albergar todo ese tabaco llegado de América. Y es que en Sevilla se llevaba comercializando y produciendo tabaco desde poco antes de mitad del siglo XVII por diversos edificios en la ciudad, pero con el tiempo el Estado decidió monopolizar la producción de este producto y con ello también los edificios donde se producía. La primera fábrica de tabacos de Sevilla estaba situada en lo que hoy ocupa la plaza de San Pedro, pero ese edificio tenía varios inconvenientes: no tenía apenas seguridad; se encontraba intramuros y la llegada de la mercancía se hacía muy complicada; la organización era escasa. Así que para solucionarlo se buscó un solar más grande y cercano al puerto de Sevilla para mejor acceso del tabaco traído desde Cuba en su mayoría, pero también desde Virginia, actual Estados Unidos.
El lugar ideal para la construcción de la nueva Fábrica de Tabacos de Sevilla se encontró extramuros, a orillas del arroyo Tagarete, cercano al puerto sevillano y colindado con la antigua Escuela de Marineros de Sevilla, actual Palacio de San Telmo, y el desaparecido Convento de San Diego, donde hoy se encuentra el Casino de la Exposición de 1929.
Esta Fábrica de Tabacos se convirtió en el edificio civil más grande de toda Europa durante los siglos XVIII y XIX y exportaba el tabaco a todo el continente europeo. Tanto que el 97% del tabaco que había por toda Europa venía desde Sevilla. En la fábrica al principio sólo trabajaban hombres por los duros y forzados trabajos de convertir el tabaco en polvo. Pero a principios del siglo XIX, en el 1813, se incorporaron las mujeres al mundo laboral de la fábrica de tabacos pues se puso de moda por toda Europa el tabaco liado y las mujeres eran ideales para estas laboras por diversos motivos: primero porque las mujeres, por lo general, tienen las manos más pequeñas y delgadas que los hombres, haciendo que fuera más fácil el liado del tabaco y el cigarro; además, porque las mujeres eran más permisivas a la hora de aceptar un trabajo de muchas horas y por menos dineros. La mayoría de estas mujeres eran gitanas venidas del barrio de Triana y las trabajadoras llegaron a ser hasta 6.000 en la Fábrica de Tabacos sevillana, más conocida como la Tabacalera.
Pero a finales del siglo XIX, cuando España perdió las colonias americanas con Cuba, Puerto Rico y Filipinas, Sevilla perdió el monopolio de la producción y la fábrica dejó de tener importancia. Además los finales del XIX e inicios del XX fueron convulsos por la introducción de maquinaria y creó conflictos laborales y pérdidas económicas en la fábrica. Y fue tal que así hasta que en 1942 el edificio se cedió a la Universidad de Sevilla y la fábrica de tabacos se trasladó a la margen del río Guadalquivir del barrio de Los Remedios. Pero en el 2007 cesó su actividad y fue el fin para la producción del tabaco en la ciudad de Sevilla.
El edificio de la Antigua Fábrica de Tabacos sigue siendo propiedad de la Universidad y se utiliza como Rectorado y también acoge a diversas facultades como la Facultad de Historia, Geografía, Historia del Arte, Antropología y todas las Filologías. La Fábrica Real de Tabacos se puede visiar y su horario es:
Visitas gratuitas sin cita previo al Edificio del Rectorado:
Lunes a jueves, a las 11:00 (excepto agosto). Punto de encuentro: vestíbulo de acceso al Área de Relaciones Institucionales.
Visita con cita previa al Edificio del Rectorado:
Viernes, de 9:30 a 12:30 h. y de 16:00 a 18:00 h.
Sábado, de 9:30 a 12:30 h.
La visita tiene una duración aproximada de 1 hora y 30 minutos y en ella se visita: El Paraninfo, Galería de Rectores, Nuevo Pabellón, Patios Centrales, Facultades de Filología y Geografía e Historia, la Biblioteca, el Patio del Arte, la Antigua Cárcel, la Capilla Principal y la Capilla. Además, el precio de la entrada es gratuita.
Es una gran obra industrial del siglo XVIII, así que si quieres saber más y verlo en persona únete a nosotros en nuestros free tours del Casco Histórico de Sevilla. Todas las mañanas a las 10:00 horas en Plaza Nueva para visitar Sevilla de la manera más cómoda y entretenida.
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