Santa Justa y Santa Rufinas, protectoras de la Giralda de Sevilla.

Nuestros Tours

La Giralda de Sevilla,simbolo de la ciudad, y emblema de nuestra tierra. La Giralda de Sevilla, es uno de los monumentos más visitados en Sevilla, y tiene sus propias protectoras y guardianas. ¿Quieres saber más sobre las protectoras de Sevilla?

Al paso de nuestros clientes en la visitas guiadas por Sevilla, en muchas ocasiones nos preguntan sobre Santa Justa y Rufina y la cantidad de representaciones artísticas que estos encuentran en nuetras ciudad de Sevilla y que después de más de mil ochocientos años sigue viva.

 

Nos remontamos al Siglo III dC, cuando Hispalis se encontraba bajo el dominio del Imperio Romano. Justa y Rufina fueron dos hermanas nacidas en Sevilla los años 268 y 270, ambas murieron en el 287 dC.

 

Es poco lo que se conoce de la vida de estas dos mujeres, consideradas santas por la Iglesia Católica. Las primeras referencias escritas datan de varios siglos después de su vida, martirio y muerte, de la que vamos a contaros como tuvo lugar y como se desarrolló pasando a la historia de Sevilla.

 

Durante la vida de Santa Justa y Santa Rufina en Sevilla con ocasión de las fiestas en honor a Salambona , una procesión que llevaba la imagen de la diosa pasó por delante del puesto alfarero de las hermanas Justa y Rufina, los devotos de este culto oriental iban danzando y pidiendo una moneda para el culto de la diosa, en este caso, para la ofrenda floral que se le haría a la imagen en su jardín sagrado. 

 

A ellas les pidieron directamente unas jarras de cerámica de las que vendían para colocar las flores. Pero ellas, que eran cristianas y no querían contribuir al culto de un ídolo pagano por lo que se negaron.

 

Entonces, en venganza, los devotos de la diosa se arrojaron sobre la tienda y les rompierontoda la mercancía que tenían para la venta. Ellas, indignadas, se volvieron directamente contra la imagen de la diosa y la hicieron pedazos.

 

Naturalmente, esto causó gran furia entre los devotos, que se apoderaron de ellas, las ataron, y entre golpes, insultos y maltratos, las llevaron hasta el pretorio y las entregaron al gobernador Diogeniano, que entonces regía la provincia de la Bética.

 

Él, para hacer justicia contra el sacrilegio cometido, las hizo encarcelar y torturar. Trató de obligarlas a participar en una nueva procesión en honor de Salambona, esta vez con los pies descalzos para mostrar mayor piedad, pero como se negaron rotundamente, mandó torturarlas con crueldad, las descoyuntaron en el potro, las colgaron desnudas de sus cabellos al techo de la cárcel y las azotaron hasta que se desmayaron, les arrancaron las uñas de las manos y de los pies y luego, en este estado, las ataron a un carro y las fueron arrastrando por lo más pedregoso y abrupto de la Sierra Morena, hasta que se desmayaron de nuevo.

 

En este estado en que quedaron, a Justa se le infectaron las heridas y le subió la fiebre, por lo que murió de noche en la cárcel, quedando sola la hermana menor, Rufina. Aquí el relato dice que ella murió finalmente decapitada, aunque la tradición popular ha querido ponerla en la arena del anfiteatro, arrojada a un león, que en lugar de atacarla se puso a lamerle las heridas de los pies destrozados, como se la suele representar habitualmente.

 

Son muchas las leyendas que se cuentan en Sevilla sobre Santa Justa y Santa Rufina.

 

En cualquier caso, ambas finalmente murieron y se asume generalmente que la época del martirio fue en torno al año 287.

 

Muchos artistas españoles han representado a las patronas sevillanas. Si viajamos a través del arte, la más famosa imagen de las santas las muestra abrazando la Giralda, la tradición las señala como protectoras de la misma, considerando que por su intercesión no cayera tras el terremoto de 1504, también portando palmas como símbolo del martirio y con objetos de barro alusivos a su profesión de alfareras. Siempre formando pareja.

 

En la Catedral de Sevilla hay una capilla dedicada a las santas y en ella figuran las esculturas, realizadas por Pedro Duque Cornejo en 1728, que participan a día de hoy en la procesión del Corpus Christi. Pero no son las únicas representaciones que podemos encontrar en la seo hispalense. Acompañando al Señor Sacramentado, la imponente custodia que labrara Juan de Arfe contiene dos representaciones en plata.

 

Reserva tu visita guiada en Sevilla y disfruta de muchas leyendas e historias de las tradiciones en nuestros tour en Sevilla.

 

 

Este Sitio Utiliza Cookies. Usted Puede Leer En Nuestra Política De Cookies. Aceptar