Si en Sevilla se conoce a una virgen, (aparte de a la Macarena), esa es la Esperanza de Triana, la cual, dentro de la tipología de Dolorosas, podrá verse con diferentes vestimentas dependiendo de la tradición / celebración que se aproxime.
Y si alguno de estos ropajes es conocido, además del de "diario" es el atuendo de hebrea que presenta nuestra señora en Cuaresma.
Acompañada, como no, de torrijas, incienso, eventos y algo inseparable de Sevilla: el olor a azahar en las calles.
¿De dónde viene esta tradición?
La costumbre de vestir a las dolorosas de hebrea durante Cuaresma se puede remontar a la Sevilla de principios del XX. Todo comenzó en los talleres de bordado de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, sevillano que, por amor a su ciudad, renovó gran parte las Cofradías de la capital. Tal fue su empeño y dedicación, que se extendió su nuevo modelo por toda Andalucía y España.
La primera dolorosa en ser vestida de Hebrea fue la Virgen de la Hiniesta, que tenía su sede en la calle San Julián, en el barrio de la Macarena, ya que en 1905, Ojeda fue nombrado Teniente de Hermano Mayor, de ahí su elección.
Se centró en las imágenes titulares de la Cofradía, incluyendo en los arreglos manto y palio de cada una.
Con este trabajo, Ojeda nos hizo llegar su conocimiento no solo a nivel de bordado, sino también simbólico y litúrgico.
Sus amistades dentro de la jerarquía eclesiástica de Sevilla, unidas a su instrucción como bordador en el taller de las hermanas Antúnez hicieron que apareciera esta nueva vestimenta de la virgen y el simbolismo que encierran.
Es en este momento cuando María se muestra más cercana, sin lujos ni atavíos de reina, corona,encajes y bordados.
Es normal pensar que todo esto quiera relacionarse el periodo de recogimiento y austeridad entre Carnaval y Semana Santa, e incluso, mucha gente piensa que así se representa la vestimienta típica de la época, además de que la vestimenta de hebrea es la representación típica de la virgen en el Belén.
Y, sin embargo, la explicación es mucho más sencilla, la Hermandad no disponía de más ajuar para nuestra señora asi que, se hizo lo más sencillo posible,
Tras la Hiniesta, fue vestida de hebrea la Esperanza Macarena.
Así se representa a la Dolorosa no como Reina, sino como Mártir siguiendo los preceptos cuaresmales, , donde se ve a María como modelo de discípula amada antes incluso que madre, que escucha y sigue a Cristo hacia el monte Calvario.
¿ Cuáles son las características de vestir "a la Hebrea"?
Las características de la vestimenta actual fueron inspiradas en Ojeda tras los sucesos de 1936. Hasta entonces era normal ver en casi todo momento a las imágenes vestidas de negro debido a la falta de telas y vestimentas. Propuso entonces utilizar telas más baratas como terciopelo para la saya y manto de raso. Y, aunque con el bordador cobre importancia, ya teniamos algunos ejemplos de Hebrea en Cuaresma en los siglos XVIII y XIX.
Las vestiduras suelen comprender colores neutros,como blanco, beige o azul claro ( evocando humildad y pureza) y tejidos simples y austeros.
Suelen componerse con una saya burdeos lisa, normalmente de terciopelo, siendo un tejido de mayor elegancia, ceñida a la cintura con un fajín de color a rayas.El manto que cubre a la virgen suele tener color azul con vueltas blancas, para intentar comunicar alegría frente a la sobriedad, realizado de raso y tull ( aunque puede variar para adaptarse al color que caracterice a cada Hermandad)
Así como se le cubre la parte suoperior, el manto puede ceñirse a la cabeza o dejar al vuelo, entreviendo pelo y orejas de la imagen.
Es muy raro ver un tocado de hebrea con mantillas o encajes.
Pero se puede utilizar parte de la tela del fajín, para hacer una composición más original como es el caso de la Esperanza de Triana. Parece ser que Rodríguez Ojeda hizo pruebas para el rostrillo con un papel de seda, como el que utilizaba para el diseño de sus bordados.
Siendo en origen este pajín a rayas, Ojeda quiso que destacara entre el manto azul y la saya roja.
Y no , el echo de que esta imagen sea sencilla no significa que abandone su símbolo de realeza, es solo, que se sustituye la corona habitual por una más sencilla, un simple aro decorado de 12 estrellas.
Todo esto no hace sino recordar a la imagen de la Inmaculada Concepción de la Virgen, tan venerada en Sevilla.
Todo este trabajo que, más bien es ritual en estos tiempos, lo llevan a cabo mujeres conocidas como Camareras, que cuidan hasta el más mínimo detalle, toca impoluta, delicada y solemne , se une a otros elementos típicos de la iconografía como pueden ser el pañuelo, rosario o corona de espinas, símbolos de devoción y sacrificio anunciando la inminente llegada de la Semana Santa,