Vestir de mantilla , una tradición en Semana Santa

Noticias Actualidad

Si algún elemento de vestimenta es específica de la Semana Santa de Sevilla y, en general, es la mantilla.
Un elemento de ornamentación durante los últimos días de esta celebración que simboliza dolor y luto.

Origen de una tradición

La mantilla tuvo en su momento un origen tan trivial como el de protegerse del frío en la Península Ibérica ( como prueban algunas esculturas de Córdoba y Jaén ).

De aquí también podría extrapolarse la tradición de llevarla con peineta, ya que las íberas se sujetaban el pelo con tejas o peinetas de carey o marfil.
Cuando los íberos fueron derrotados, la mantilla pasó a formar parte del Imperio Romano, donde se llamaba mantelum, sinónimo de manto en latín.
 
La mantilla fue usada por árabes y mozárabes a modo de una muestra de estatus para las clases sociales más altas, mientras que para los cristianos medievales, llevar mantilla daba a conocer que la dama en cuestión aún no tenia pareja.
Realmente parece ser que su uso se popularizó durante el Renacimiento. Ya no contamos con un ornamento sencillo, sino un complemento devoto para las penitentes, cambiando el paño grueso por suaves encajes, tal y como muestran algunas obras de Velázquez.   

 

La edad dorada , la mantilla, las majas y el S XIX

Aunque al principio se podría usar sin importar tu procedencia, ya que las mujeres solían usar estas mantillas para cubrirse en actos religiosos o en la vida cotidiana, comienza a ser una constante en la nobleza de los siglos XVII y XVIII, una época marcada por un profunco cambio en la monarquía con la llegada de Felipe V y la dinastía Borbón.
La mezcla de las tradiciones y costumbres, tanto nacionales como francesas que llegaban a la corte, no dejaba a nadie indiferente, pero hizo necesario resurgir una identidad castiza, aquí entra en juego la mantilla
.
Aun no habían aparecido los livianos encajes, ya que era una prenda de uso común confeccionada con materiales algo más pesados como algodón, lana o seda, que a veces se decoraba con motivos florales.
 
Esta mantilla fue adaptada para representar la casta en movimientos que dejaron tanta huella como el Majismo.
Un movimiento esencialmente popular que intentaba no olvidar y ensalzar las cosrumbres de la época, sobre todo en Madrid.
 
Aquí importaba lo popular, lo rural, el modismo en el habla y la picardía en el actuar y, qunque no lo parezca, la propia nobleza lo permitió ( y si no, fijaos en la Maja vestida de Goya, por que no es ni más ni menos, que la Duquesa de Alba, que también aparece en la onra del mismo autor titulada La Duquesa de Alba de blanco (vestida como maja, con mantilla).

La influencia de las mujeres reales, de la Duquesa de Alba a Eugenia de Montijo

Goya introdujo al espectador de su obra en este mundo castizo español lleno de mantillas con sus cuadros. Si bien es verdad que el uso de este complemento arraigó con fuerza durante esta época, se popularizó aun más tras el reinado de Fernando VII, su madre, Maria Luisa de Parma también se había convertido en musa de Goya vestida de negro y mantilla.
 
Se puede considerar el uso de la mantilla como una tradición familiar, ya que la hija de Fernando VII,la reina Isabel II, las puso de moda, pero ya no solo el negro; a este color de luto se añadió el blanco en la época de Amadeo de Saboya, para que junto al sombrero de paseo hubiera también una mantilla.
 
Esta moda andaluza y española atravesaría fronteras. Junto a las tradiciones francesas llegó a la península Napoleón Bonaparte, quien acabaría casando a su sobrino Napoleón III con Eugenia de Montijo, la andaluza que se convirtió en emperatriz de Francia llevando consigo este elemento y accesorio típico.
 
 

Su uso en la actualidad

Esta prenda suele verse más a menudo hoy en día acompañando corridas de toros, bodas o bautizos, pero como dijimos antes, su uso más extendido se produce durante Semana Santa.
La tradición que introdujo Isabel II sigue vigente.
Las mantillas negras se utilizan durante Jueves Santo y Viernes Santo, exteriorizando así pesar y luto por la muerte de Cristo Crucificado, mientras que las blancas, utilizadas durante el Domingo de Resurrección, como símbolo de la pureza y la alegría del triunfo de Jesús sobre la muerte.
 
Popularmente parece que a la mujer vestida con mantilla se le conoce como Manola durante Semana Santa.
Se dice que antiguamente, cuando las mujeres no podían desfilar como nazarenos, se empezó a llamar de esta forma a las camareras de la Virgen que vestían luto riguroso mientras ayudaban en la preparación de los diferentes santos para la procesión.
 
La moda ha permitido a día de hoy que se puedan encontrar dos tipos de mantilla, la de blonda, más pesadas y con un bordado mucho más tupido; y las mantillas de chantilly con un bordado más transparente.
 

Elementos que acompañan a la mantilla 

 
  • Pueden acompañarse con joyas siempre que no sean ostentosas, pero lo normal es llevar  un rosario en las manos y  unos pendientes antiguos del siglo XIX o inspirados en los modelos largos de comienzos del siglo XX. 
  •  Medias y zapatos negros sin mucho tacón
  •  Maquillaje sutil y moño bajo para sujetar la peineta 
  •  Guantes y bolso negro de mano, pequeño y funcional.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Este Sitio Utiliza Cookies. Usted Puede Leer En Nuestra Política De Cookies. Aceptar